¿Eres perfeccionista? ¿Conoces a alguien que lo sea? Hablemos sobre el impulso de ser perfecto y lo que te puede costar.
Tratar de ser perfecto te puede costar mucho en cuanto a tu salud mental y tus relaciones personales. Verás, las personas que pueden impulsarse cuando se encuentran frente a problemas difíciles generalmente son personas a las que no les preocupa ser perfectas. Están felices de avanzar con una solución parcial, confiadas de que inventarán el resto a medida que avanzan. Los obstáculos son tan sólo rutas alternativas en el camino a la meta final.
Ahora bien, los perfeccionistas tratarán de convencerte de que sus estándares implacables los impulsan a niveles de productividad y excelencia a los que no podrían llegar si no fueran así. Pero con frecuencia, lo que sucede es exactamente lo opuesto. Los perfeccionistas usualmente logran menos, porque desperdician demasiado tiempo paralizados por el miedo al fracaso. No empiezan nada hasta que saben cómo terminarlo sin ningún contratiempo y eso, puede ser un error. Si bien los perfeccionistas parecen tener una actitud positiva hacia lo que sea que están haciendo, a veces en realidad lo que hacen es evitar de manera creativa.
Aunque no saben exactamente cómo van a lograrlo, las personas de alto rendimiento mantienen su visión del resultado final como lo más importante en sus mentes y siguen adelante pase lo que pase. Creen que van a obtener la ayuda que necesitan, hallar los recursos que necesitan y descubrir los «cómos» a medida que avanzan (y generalmente, así es).
Si por alguna razón no logran el resultado que querían, las personas de alto rendimiento no desperdician energía mortificándose por ello. Simplemente aprenden de la experiencia y siguen adelante. Las personas de alto rendimiento son resistentes y persistentes, permanecen enfocadas en la meta y confían en su capacidad de lograrla.
Para la humanidad, nunca ha existido el libro perfecto, la película perfecta, la obra de música o espectáculo musical perfecto, y claro que no, la vida perfecta. Tal vez es hora de liberarte del sueño de la inalcanzable perfección. En cambio, ¿por qué no te esfuerzas y te desarrollas para lograr alto rendimiento, en lo que sea que elijas enfocarte?
Nota: Agradecemos los contenidos al blog http://www.thepacificinstitute.com