La Trampa de la Mentalidad

 

¿Alguna vez oíste algo sobre la mentalidad «o esto o aquello»? Tenerla es un error peligroso pero común, y que a muchos de nosotros nos condicionaron para que la tuviéramos.

La mentalidad «o esto o aquello», o la mentalidad «o blanco o negro», como a veces se la llama es algo peligroso. Básicamente es exactamente como suena. Las personas con la mentalidad «o esto o aquello» no ven los matices de gris. Quieren respuestas fáciles a preguntas difíciles, y así ven a la vida en términos de ganadores o fracasados, de tipos buenos y tipos malos, de éxito y fracaso, de lo correcto y lo incorrecto.

De lo que ellos no se dan cuenta es que lo correcto y lo incorrecto a menudo depende del tiemplo, del lugar, de la cultura y del propósito, entre otras cosas. No entienden que nadie es o bueno del todo o malo del todo, o que el «éxito» y el «fracaso» dependen de cómo los definas -lo mismo que «ganar» y «perder»-. Estas personas no ven los grados de diferencia que se extienden entre la mayoría de los opuestos, porque si lo hicieran, necesitarían capacidades de pensamiento más complejas y una disposición para lidiar con las diferencias sutiles.

Ahora bien, sí es cierto que no ven estas cosas. Arman zonas ciegas o «escotomas» para esta información, porque amenaza su sistema de creencias del tipo «o esto o aquello». Entonces, aun si es cierto, no les llega. La siguiente es una tarea para el resto de este año. Durante esta época festiva que se aproxima, cuando estés en las cenas especiales, en las fiestas o en las reuniones, sólo siéntate y escucha a las conversaciones a tu alrededor. ¿Qué estás escuchando? ¿Cuántas personas están utilizando esta mentalidad «o esto o aquello»? ¿Cómo les afecta a las demás personas en la conversación?

En una sociedad cada vez más global, la flexibilidad de pensamiento es algo obligatorio. Está atento contigo mismo cuando estés pensando «o esto o aquello». La mayoría de las personas lo hacemos, de vez en cuando, pero limita nuestras opciones drásticamente. Tener consciencia de uno mismo deliberadamente es esencial -y también lo es un deseo fuerte de mantener tu mente abierta al abanico completo de posibilidades que evitará que te quedes encerrado en un mundo de «o esto o aquello»-.

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Buenos Negociantes

 Hoy en día, en el mundo ocurren muchas negociaciones, y muchas aparecen en la televisión, en los programas de noticias, en los sitios web de noticias y en las portadas de los periódicos. Hacer buenas negociaciones tiene su arte y su ciencia, y ya sea que estés negociando un cese de hostilidades entre países o entre vecinos, a continuación te daremos algunos consejos sobre cómo llegar a ser un mejor negociante.

Primero, es importante reconocer que todo el mundo negocia – probablemente mucho más de lo que creemos. Es bastante obvio cuando compramos un coche o cuando hacemos un trato de negocios. Pero también negociamos cuando queremos salir a cenar y nuestro cónyuge quiere quedarse en casa, o cuando el vecino quiere poner una cerca metálica y nosotros preferimos una cerca hecha de arbustos.

Lo primero para mejorar tus habilidades como negociante es eliminar el afán de ganar a cualquier costo, así como la idea falsa de que si uno gana, la otra parte tiene que perder. La mejor solución es aquella en la cual ambos lados ceden un poco y también reciben algo. Los buenos negociantes saben cómo crear una imagen vívida de cómo la solución que ellos proponen será beneficiosa para ambas partes, y se enfocan en lo que ganan en vez de en lo que pierden.

También saben que generar confianza y compartir información es crucial para poder negociar en cualquier relación duradera. Por último, los buenos negociantes tienen la capacidad de ponerse realmente en los zapatos de los demás, evaluar alternativas y pensar creativamente. ¿Te puedes imaginar a ti mismo desvaneciendo las diferencias en una forma en la que todos ganen?

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La Determinación

¿Cuánto desea conseguir éxito en la vida? Veamos la importancia de la pasión y la determinación para lograr lo que usted quiere.

¿Conoce a alguien que tenga miedo de querer algo mucho por miedo de que estará terriblemente decepcionado si no lo consigue? Tal vez usted mismo se siente así a veces. Este tipo de negativismo puede sabotear sus esfuerzos y crear una profecía de autorrealización.

Hace muchos años, un joven que quería ser abogado le escribió a Abraham Lincoln pidiéndole un consejo. Lincoln le contestó: «Si estás resueltamente decidido a convertirte en abogado, ya has hecho más de la mitad. Siempre ten en cuenta que tu determinación para tener éxito es más importante que cualquier otra cosa».

Verá, una de las cualidades que diferencia a muchas personas exitosas de las personas con mucho talento que fracasan, es sencillamente su fuerza de voluntad, su pasión y su deseo desbordante. A Tommy Lasorda le gusta decir: «Las carreras no las ganan los atletas más rápidos; las luchas no las ganan los hombres más fuertes. Las carreras las ganan y las luchas las ganan aquellos que quieren ganar más que todos».

La fuerza de voluntad no siempre puede superar el talento, pero es el factor que causa que personas con capacidades ordinarias lleven a cabo cosas extraordinarias.

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